martes, 4 de febrero de 2014

Capítulo 7

Taylor se levantó a las doce de la mañana, le molestó haberse quedado dormida hasta tan tarde. Le gustaba despertarse temprano durante los días de semana porque sabía que estaba sola en casa pues sus padres estaban en el trabajo y su hermana pequeña se iba a casa de sus abuelos. En cuanto recordó que también estaban Claire y su marido Jack decidió que haber dormido hasta tarde merecía la pena por no tener que soportarles. Pero tenía que salir de su habitación para desayunar y para ducharse. Se levantó de la cama y abrió la puerta, comprobó que en el pasillo no había nada y echó a correr hacia el baño para evitar encontrarse con Claire o Jack. Se duchó y se lavó el pelo y volvió a su habitación, también corriendo por el pasillo, para vestirse. Una vez se hubo vestido, se mentalizó de que tenía que bajar a la cocina y que probablemente se encontrase con Claire o, peor aún, con Jack. Bajó las escaleras con cautela y se dirigió a la cocina, y para su desgracia estaba Jack. Odiaba a Jack con toda su alma, un chico diez. Pero únicamente por su físico, porque su personalidad daba asco. Era prepotente y arrogante, se divertía metiéndose con la gente y haciendo daño al resto de la gente. Era el típico chico popular que siempre iba con su novia a todas partes y se dedicaban a insultar a las chicas raras del instituto y a darles palizas a los chicos no populares.
-Buenos días, Taylor-dijo Jack, sonreindo ampliamente.
-Vete al infierno.
-Nunca comprenderé por qué te caigo tan mal, Tay -Taylor se disponía a interrumpir pero él continuó hablando-. No, no hables, espera. Creo que lo sé. Envidia, pura envidia. De mí y de Claire porque somos todo lo que tú jamás serás.
-Jamás querría ser como tú o como Claire ¿y sabes por qué? Porque veo a gente como vosotros todos los días en la calle, en el instituto. Gente que se divierte dándoles palizas a los pobres chicos de gafas, a los que son distintos. Los que se divierten diciéndole a tales personas que le lancen cosas a tal persona porque es rara. Los que le ordenan a todos sus amigos guays y a todos los que desean ser como ellos que no hablen con equis persona porque hace tal cosa o tiene tal cosa que puede ser verdad, pero que generalmente os inventais para joder un poco más la vida de esa persona -mientras Taylor hablaba, Claire había entrado en la cocina y estaba escuchando-. Sois la clase de persona que se mete con la chica rara del insituto y le soltais "Vamos, ríndete, nunca serás lo suficientemente buena." y creeis que haceis un favor a esa persona, pero os equivocais.
>>Sois la clase de persona que tiene mil amigos, pero ninguno verdadero. Sois personas que preferís atacar a alguien y echarle la culpa a otra persona antes que reconocer lo que haceis. Sois la clase de personas que provoca suicidios ¿sabes, Jack? Y que os sintais orgullosos de vuestra época de instituto me parece aún peor -se giró hacia su hermana y la miró a los ojos-. Y tú, Claire, oh, la preciosa Claire que nunca cometía ningún fallo. La que se divertía pegándole patadas en el estómago a Tiffany Adams, ¿crees que no lo sabía? claro que lo sé, hermana. Tiffany Adams jamás te hizo daño pero tú, consideraste que sería muy gracioso empezar a meterte con ella. Espero que te divirtieras. Y me alegro de que lo que le hiciste no te afectase. Porque tú, sí, tú, la de la carita de no haber roto un plato en su vida, firmaste su sentencia de suicidio. Se suicidó por el calvario que hiciste que pasaras. Y su hermana, Ashley, está pasando por lo mismo a manos de chicas como tú.
>>Espero, sinceramente, que vuestro hijo sea víctima de acoso escolar. Seguro que no os hace tanta gracia lo que hacíais cuando se lo hagan a él.
Taylor se fue de la cocina sin haber desayunado pero habiéndose quitado un peso de encima.
Claire observó cómo su hermana se alejaba escaleras arriba y se sintió mal, de pronto. Todo lo que Taylor le había dicho le había sentado como un puñal en el corazón. Pero a Jack le daba igual.
-¿Cómo puedes estar tan tranquilo después de esto?-dijo Claire.
-No tiene razón, simplemte.
-¡Claro que la tiene! Tú y yo fuimos acosadores escolares. Y ahora recuerdo a Tiffany Adams perfectamente. También recuerdo a Jeremy Prinston.
Jack palideció de repente y dejó el desayuno y fue hasta Claire. La miró a los ojos y dijo:
-No vuelvas a hablar de ese chico, ni de Tiffany porque nada de lo que les pasó fue culpa nuestra. Si se suicidaron fue porque quisieron, no porque nosotros les obligásemos. Y tu hermana dice esas cosas porque ella es como Tiffany Adams y, al igual que ella, se muere de envidia y de ganas por ser una chica como tú fuiste y ser algún día una mujer como la que tú eres.
-Que digas que mi hermana pequeña es como Tiffany no me tranquiliza, te recuerdo que Taylor ha intentado suicidarse una vez.
-Pero Taylor no se mató, fue uno de esos intentos de suicidio que su único objetivo era llamar la atención. Nada más. Si hubiese querido morir, hubiera muerto y estaríamos todos mucho mejor.
-Jack-Claire se puso muy seria y miró a su marido con una mirada de infinito odio-, ¿cómo te atreves a decir eso de mi heramana pequeña? ¿Cómo puedes decir semejante cosa? ¡Estás hablando de un ser humano que lo pasaba tan mal que intentó acabar con su vida! ¿¡Tienes la menor idea de lo que eso significa!?
-Significa, Claire, que tu hermana no lo pasaba tan mal si no consiguió morir.
-¡Has dicho que sería mejor que se hubiera muerto! ¿Cómo te atreves? -Claire gritaba cada vez más alto.-¿Tienes idea de lo que significa lo que has dicho? Tú sólo eres un hijo de la gran puta que no te das cuenta de por lo que tiene que haber pasado mi hermana pequeña. El día que tú consigas superar todo lo que ella ha superado quizás, y sólo quizás, la comprendas.
-¿Cómo puedes enfadarte conmigo por decir eso? -gritó Jack- ¡Ha dicho que ojalá nuestro hijo acabe como Tiffany Adams! ¿Sabes lo que eso significa? Y que la pongas por delante de mí me parece repulsivo, tú ahora mismo me pareces repulsiva, igual que la asquerosa de tu hermana pequeña -Jack estaba perdiendo las formas y de pronto golpeó a Claire y la tiró al suelo, no contaba con que Taylor había bajado y lo había visto todo.
-Jack, fuera de aquí. Ahora -dijo Taylor.
-No puedes obligarme, niña.
-Fuera o llamo ahora mismo a la policía -sacó el teléfono del bolsillo.
Jack se avalanzó sobre ella para quitarle el teléfono pero Taylor se movió más rápido y salió corriendo hacia las escaleras con Jack, que era más hábil y casi igual de rápido que ella, pisándole los talones. Consiguió llegar a su habitación y echó el cerrojo mientras llamaba a la policía. Primer golpe, parecía que Jack quería echar la puerta abajo. Taylor estaba cada vez más nerviosa mientras contaba lo que había pasado. La puerta resistiría por mucho que Jack golpeara, así que no se preocupó excesivamente por ella, pero sí por Claire porque estaba embarazada y porque podía haberse dado un golpe que afectase al bebé.
La policía no tardó demasiado en llegar, entraron y esposaron a Jack, permitiéndole a Taylor salir de su habitación y contarles lo que había ocurrido mientras un médico veía a Claire y esperaban a que Caroline y Jacob llegasen a casa. Tay bajó las escaleras y salió a la calle, a ver a su hermana mayor que estaba sentada en la ambulancia, Tay se acercó a ella.
-Siento lo que dije antes, pero..., ya sabes, me molesta mucho que tu marido diga ese tipo de cosas.
-Lo sé, Taylor, lo sé. De todos modos, no te preocupes, después de esto le pienso pedir el divorcio. Y, por como nos casamos, me quedaré con la casa, una pensión para mí y la manutención del bebé. ¿Sabes? Es una niña -Claire sonrió-. Yo prefería una niña a un niño, ya sabes para poder ponerle vestiditos y demás.
-¿Cómo la vas a llamar?
-Al principio quería Chelsea, como la abuela, pero luego pensé y quiero darle un nombre que tenga un motivo bonito por el que sentirse orgullosa de llevarlo. Pensé en Caroline, pero no sé qué ha hecho mamá por mí en todos estos años que no haya sido felicitarme por todos mis logros. Le agradezco a mamá que se haya ocupado de mí como lo ha hecho pero ella siempre me dijo las cosas buenas, nunca las malas. Y, por eso, he decidido que se va a llamar Taylor.

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