domingo, 23 de febrero de 2014

Capítulo 11.

Taylor había visto que Mike iba con Lucy, no le sorprendió. Sabía que ella estaba enamorada de él, desde que casi se lo tiró.
-¿Ese no era...? -dijo Ashley de camino al salón de actos.
-Sí.
-¿No te sienta mal que se haya reído con ellos?
-No, ya me da igual. Es un método de adaptarse. Algunos prefieren tener amigos aunque sean unas mierdas de personas a ser fieles a sí mismo y tener pocos amigos. Mike es como Lucy. Exactamente iguales. De todos modos, me sorprende que después de que la dejó plantada antes de echarle un polvo hace tres años, Lucy le haya admitido entre sus amigos. Se nota mucho que sigue enamorada de él.
-¿Enamorada? ¿Lucy?
-Sí -Taylor sonrió-. Resulta que cuando Mike y ella se hicieron amigos cuando él y yo aún salíamos, empezaron a gustarse. Probablemente, si Mike no me quisiera a mí en aquel momento, se hubiera enamorado de ella. Como ella se enamoró de él. Cuando yo los pillé y me largué de allí. Mike salió tras de mí, dejando a Lucy plantada. Amy le contó a Mandy que Lucy se vistió y se fue llorando. Y, pocos meses después de que Mike se fuera, Lucy se acercó a mí. Me dijo que tenía suerte de haber estado con Mike, que nunca pretendió enamorarse de él mientras él estaba conmigo. Que nunca quiso que por su culpa, yo acabara tan mal. Y que lo sentía de corazón. Hace unas semanas, se enteró de que Mike había vuelto al pueblo y vino a verme.
-¿Qué te dijo?
-Que si no me importaba que ella intentara liarse con él, le dije que no. También le dije que liarse con él le iba a ser muy fácil pero enamorarle muy difícil. Me preguntó que si a mí me costó enamorarle. Le dije que no, porque yo no era una persona que se dedicaba a hacerle la vida imposible a los demás. Me dijo que yo no era una mala persona, a diferencia de ella. Y se fue.
Ashley la miraba incrédula, iba a contestarle pero apareció Frank por allí. Abrazó a Taylor y saludó a Ashley con un gesto que sólo ellos dos entendían.
-¿Qué te pasa, Ashley? -preguntó Frank.
-Tay me acaba de contar que Lucy y ella hablaron hace unas semanas -respondió ella-. Sobre Mike.
Frank no contestó, pero miró a Taylor que se había adelantado y estaba empezando a ser difícil dejar de divisarla entre la gente. Frank y Ashley esperaban que Taylor se hubiera tomado mucho peor que Mike hubiera vuelto y que estuviera tan pegado a Lucy, pero parecía que le daba igual. Aunque ella tenía la costumbre de esconder sus sentimientos, pero Frank la conocía y de verdad, parecía que le daba igual. Pero era imposible, cuando ella no había sido capaz de ser feliz sin él en tres años ¿por qué ahora, que él había vuelto y parecía que iba a salir con Lucy estaba tan bien? Había algo que ella nunca les había contado, de eso él estaba seguro.
-Ashley, ¿qué me he perdido? -dijo mirando a su amiga.
-No lo sé, Frank, no lo sé.
Ambos entraron en el salón de actos, dónde estaban todos los alumnos del instituto y buscaron un sitio por el medio de la sala. Desde su sitio vieron que Taylor estaba tres filas más alante con Michelle, una chica que había llegado al instituto el año pasado y que se había hecho muy amiga de Tay. La directora ¡Y apareció en el escenario, junto al micrófono, seguida de todos los profesores.
-Buenos días, alumnos -comenzó la señora Parker, la directora-. Este año, tengo el presentimiento de que será un gran año. Algunos nos dejarán y llegarán otros, pero será un gran año para todos nosotros. Porque estamos en un instituto en el que todos nos apreciamos mucho los unos a los otros. Un instituto dónde no hay problemas de acoso.
Ashley vio que ya se empezaban a levantar manos entre los alumnos que no estaban de acuerdo con lo que decía aquella mujer.
-Como iba diciendo, estamos en un instituto unido, familiar. En el que hay alumnos dispuestos a aprender y que ella y se van con una sonrisa. Que nuestros alumnos son felices, con un ambiente familiar y agradable con el que todos sacamos lo mejor de nosotros. Bueno, veo que hay personas que quieren decir algo... Taylor ¿qué ocurre? Ven aquí y explícanos que es tan gracioso que te estás riendo con tu amiguita.
Taylor se levantó de su sitio y salió como pudo entre las butacas y se dirigió hacia las escaleras que llevaban al escenario.
-Me parece gracioso -comenzó-, que diga que este es un instituto agradable, familiar, con buen ambiente y sin problemas de acoso cuando a mí me acaban de llamar Morticia en el pasillo. Cuando más de un alumno que se ha suicidado lo ha atribuido al acoso escolar que se sufría en este instituto. Me hace mucha gracia. Porque usted, señora Parker, es una mentirosa. Y no tengo nada más que decir.
Se oyeron aplausos de todos los alumnos que habían pasado por eso o alguien importante para ellos había estado sufriendo acoso. Mientras que los acosadores abucheaban el discurso de Taylor. Había que tener agallas para llamar a la directora mentirosa, pero Taylor tenía razón, aquella mujer era una mentirosa. Claro que había alumnos que habían sufrido acoso y muchos que aún lo sufrían. Y bastantes alumnos, entre ellos Tiffany Adams, la hermana de Ashley, se habían suicidado por el acoso que sufrían en el instituto.
-Silencio, por favor. Taylor, eso que has dicho es mentira. Nadie se ha suicidado porque aquí sufrieran acoso...
-¿Cómo que no? -gritó Ashely, interrumpiendo a la directora, poniéndose de pie- ¡Mi hermana se suicidó porque aquí la acosaban! Si lo puso en su nota, puso textualmente "Y es que no puedo más. Lo siento, querida familia. Quiero que tengais en cuenta que esto no es culpa de ninguno de vosotros, si no  de todas esas personas de mierda que hay en ese instituto de mierda en el que llevo sufriendo acosos años y nadie hace nada por evitarlo. Estoy harta. Espero que esto no le pase a Ash, porque no se lo merece, nadie se emrece pasar por esto. Y, espero que todos ellos y sobre todo, la directora del instituto que estaba al corriente de todo, ardan en el infierno." ¡Estaba en su nota de suicidio! ¡Mi hermana se cortó las venas porque no aguantaba más lo que estaba pasando en esta puta mierda de instituto! -Ashley había empezado a llorar mientras le gritaba a la directora-. Por personas de mierda como usted, señora Parker y por personas de mierda como Lucy Meller. Yo oía a mi hermana llorar cada día nada más llegar a casa porque le habían dado una paliza. ¡Yo lo oía! ¿Tiene idea del daño que personas como vosotros haceis a las personas? No, porque su hija no se ha suicidado por culpa de gente como usted.
-¿Cómo te atreves, Ashley? No tienes derecho a hablarme así.
-¡Claro que lo tiene! -gritó un chico desde la primera fila-. Yo he sufrido lo mismo que su hermana. Cada día los gilipollas de su equipo de fútbol me dan ostias y me meten la cabeza en el retrete. ¡Y usted lo sabe! Porque yo he ido a quejarme varias veces a su despacho pero cree que por obligarles a pedirme perdón y a darnos un apretón de manos, todo se soluciona. No es así, señora Parker.
-Matthew Sullivan, espero que tú tengas más respeto y seas inteligente y te quedes callado.
-¿Si no nos quedamos callados qué? -dijo una chica unas filas más atras.
-Os expulsaré.
-No puede expulsarnos a todos, señora Parker -dijo Tay-. Si todos los que hemos sido acosados nos pusiéramos de pie, la mitad de este auditorio estaría en pie. Incluso más.
-Veamos -dijo la directora-. Todos los que habeis "sido acosados" poneros en pie.
Al principio sólo se levantaron unos pocos, pero poco a poco, se fueron levantando cada vez más. Hasta que medio salón de actos estaba en pie.

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